Que vuelvan los toros a TVE es una noticia muy
positiva porque parece increíble que la televisión que pagamos todos los
ciudadanos dejara a un lado a los aficionados a los toros. Es un paso
inteligente, por lo que espero que se haga con la firmeza necesaria para que no
vuelva a ocurrir lo que hemos padecido: nada menos que seis años sin
retransmitir una festejo taurino en TVE.
La televisión pública debe comprender que
necesita satisfacer los gustos de la mayoría de ciudadanos, como ya hace con
otro tipo de aficiones, como por ejemplo el cine, el teatro o la música. Por
tanto, me parecía una falta de respeto a los aficionados a la tauromaquia.
Rectificar es de sabios y más que un acierto ahora, considero que se cometió un
grave error eliminando los toros de la parrilla de TVE.
Debemos quitarnos los complejos de una fiesta
politizada. Los toros no tienen que ver con ningún partido político. Es una
expresión artística libre y, como tal, hay gente de todos los partidos que son
aficionados, pero también hay a quien ni les gusta ni les interesa, como puede
suceder en cualquier otro espectáculo. Es cuestión de coherencia política ya
que vivimos en una democracia, debemos superar todos los complejos.
Que no se emitiesen toros en la televisión
pública reduce la afición porque no todos pueden suscribirse a un canal de pago
que satisfaga nuestras necesidades. No es justo. ¿Por qué marginar a un sector
del público que tiene sus gustos y no puede disfrutarlos? Es muy grave que haya
habido tantos años sin toros en Televisión Española, siendo el segundo
espectáculo de masas de nuestro país.
El toreo transmite unos valores que se salen
de los cánones de la sociedad actual. Representa la vida, el esfuerzo, el
instinto de superación, el afrontar tanto la vida como la muerte, el éxito como
el fracaso. Y, lógicamente, porque forma parte de nuestra cultura y nuestra
tradición. Aquel que no las respeta reniega de sus orígenes. Es un paso muy
importante, por lo que felicito a los culpables y seguiré mostrando mi manera
de pensar sobre los que en su día lo quitaron.
Antonio Barrera
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