martes, 14 de agosto de 2012

FERIA DE MALAGA 2012: 4ª de abono - Machacada en varas y desaprovechada


La corrida de Joselito de la 4ª de Málaga sufró un castigo desmesurado en varas y no fue aprovechada por la terna, sobre todo el magnífico cuarto, toro de alta calidad. Las orejas de Vega y Leandro no justifican la tarde.
David Galván
CARLOS CRIVELL

MÁLAGA.- Los picadores se ensañaron con los toros de Joselito. Se supone que era la orden que tenían por parte de los lidiadores. Los de Mari Paza Vega taladraron a ambos astados en tercios de varas demoledores. Igual pasó con los de Leandro y los de Galván. A pesar de un castigo tan severo, la corrida tuvo clase para que en La Malagueta se hubieran presenciado faenas de calidad, algo que no ocurrió. La corrida fue desperdiciada, a pesar de las orejas cortadas, que fueron impropias de una plaza seria y de cierta entidad.

La torera malagueña se cuidó de frenar los ímpetus de sus toros en el caballo. Aunque hacía gestos de que frenara la sangría, los picadores siguieron a lo suyo, que no era otra cosa que hundir la puya en anatomía de las reses. El que abrió plaza lo acusó. Era noble y llevó la cara a media altura. Mari Paz ensayó derechazos sin ajuste en una faena intrascendente y anodina. Lo que no tiene excusas fue el bajonazo con el que remató su labor.

El cuarto fue un toro muy bueno. Después de soportar la masacre en varas, aún tuvo fuelle para embestir por abajo con clase y repetición. Un toro para torear bien. Mari Paz se dobló por bajo y realizó una faena airosa sin ninguna profundidad; ligerita y rápida, como si tuviera prisas; muy desajustada y adornada con martinetes. Se echó la mano a la izquierda y apenas dibujó un natural enganchado para volver rauda a la diestra. Muy digna, pero muy por debajo del toro. La oreja sólo se puede explicar por la situación de degradación de esta plaza y por el afecto de sus paisanos. Y también por la escasa exigencia del palco.

Otro toro muy castigado en el caballo fue el segundo, que llegó a derribar en la primera entrada al caballo. Cuando un toro derriba los picadores se toman la venganza en la siguiente entrada. David Galván le descubrió al de Valladolid su buena clase en un quite primoroso con dos chicuelinas y una larga. La faena de Leandro fue compuesta, es decir que mantuvo apostura por encima de otras virtudes. Lo mejor fue una serie ligada con la derecha y dos circulares invertidos. Mató a la primera para cortar una oreja cogida con alfileres.

El jabonero quinto se quedó muy corto en la muleta. Leandro se lo brindó al ganadero. No pudo hacer honor al brindis. Apenas unos intentos con toques violentos hacia afuera. A un toro tan flojo no hacía falta desplazarlo de forma tan brusca. Leandro lo pasaportó sin pena ni gloria.

Se esperaba con ilusión al joven Galván, recién salido de una cornada muy aparatosa. Su primero toro fue el más descastado de la suelta. El trasteo no tuvo historia. El animal había recibido la vitamina del palo en varas y se aplomó en la muleta.

Para culminar la tarde, al jabonero sucio que se jugó como sexto también fue picado con furor por el varilarguero de turno. A los toros de Joselito se les tuvo un respeto insólito. La orden era matarlos en varas. Este sexto murió bajo el brazo poderoso del picador llamado Jorge Torres, aquí reseñado en representación de todos sus compañeros, que fueron quienes mataron la corrida. Galván, que igual que sus compañeros tiene su responsabilidad en el desaguisado, pagó esta falta de actitud con una faena de pases sueltos de imposible ligazón, y por tanto sin emoción. Compás de espera para este joven torero de San Fernando. Lo de Málaga ha sido un paso atrás, aunque aparentemente no tuviera toros. Se los habían llevado Mari Paz Vega y Leandro para cortar dos orejas que no salvan la tarde.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Málaga, 4ª de Feria. Un cuarto de plaza. Cinco toros de La Reina y uno de El Tajo, tercero, en general bien pero desigualmente presentados, de buen juego. Muy castigados en varas. Destacó el excelente cuarto. Minuto de silencio por el veterinario de la plaza Féliz Gómez Guillamón.
Mari Paz Vega, sangre de toro y azabache, estocada baja (silencio). En el cuarto, estocada caída (una oreja).
Leandro, verde hoja y oro, estocada baja y atravesada (una oreja). En el quinto, dos pinchazos y pinchazo hondo (silencio).
David Galván, blanco y oro, pinchazo y estocada (saludos). En el sexto, pinchazo y estocada (silencio).
Mari Paz Vega

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